domingo, 6 de junio de 2010

Akumal




Pues si, después de Colorado estuve una semana más en Sisal y luego me vine a Akumal (una playa caribeña cercana a Tulum) de práctica de campo con Rod (el profe), el Macho (un amigo de mi generación) y la Chiva (una amiga de ua generación arriba).

Vinimos 10 días a bucear, ¡al fin llegó el momento esperado durante todo el semestre!... diario nos levantamos a las 7 y poco; desayunamos, nos preparamos y a las 830am estamos en el Dive center preparando el equipo para a las 9am dar la marcha hacia la mar :-D .

En la mañana hacemos 5 inmersiones de 15 minutos cada una aproximadamente en parches diferentes. La idea es hacer una evaluación y una caracterización del arrecife por lo que para ello tiramos un transecto (como una cinta métrica de 50m) sobre la cual hacemos una banda imaginaria de un metro y lo que veamos en ella lo anotamos. Macho es el encargado de ver los peces que hay, la chiva los corales y yo qué enfermedades tienen qué corales; rod graba todo ese transecto en video para luego revisarlos en laboratorio. Luego el papel de la cadena nos la vamos turnando; hay que poner una cadena de 20m sobre la superficie del arrecife, si hay un hoyo tons hasta el fondo si hay una montañita todo sobre ella, para así poder ver que tan compleja está la topografía y luego se mide cuanto quedó.

El punto es que todo empezó NO muy satisfactoriamente pues la chiva y yo invariablemente nos mareábamos terrible y le dabamos nuestra ofrenda diaria al mar desde la borda de la lancha jajaja; después, el Dramamine se convirtió en nuestro mejor amigo.

El fondo del mar akumaleño es medio triste (como casi cualquier fondo del mar) pues el 60% es un cementerio y el resto son corales enfermos pero la verdad ME FASCINÓ todo lo que ví ! Nunca en verdad NUNCA pense que me gustarían tanto los corales, y el hecho de verlos en vivo después de haberlos estudiado en libros es HERMOSÍSIMO.





Por las tardes íbamos como a otros 4 puntos pero ya más pegados a la costa por lo que lo hacíamos con snorkel en vez de tanque y ahí fué donde vimos muchísmas tortugas la mayoría gigantísimas, no miento, como de metro y medio o poco más. Estas estaciones son muchisímo más cansadas porque obvio estan las olas, la corriente, nadar en superficie, etc; pero bien chingonas.

Ayer fue la muerte, nos tocó hacer puras lagunas, es decir puro snorkel y las primeras dos fueron el bahía de akumal (cosa leve) pero las segundas fueron TERRIBLES. Llegamos al arecife y resulta que la distancia de la superficie del arrecife a la superficie del agua era ¡¡de menos de 15 cm!! por lo que nadar encima de eso estaba cabrón. A mí me tocó hacer la cadena, es decir la parte lenta porque hay que irla acomodando poco a poco y LI-TE-RAL-MEN-TE me quedaba horizontalmente en pose de lagartija (sí sí como cuando haces ejercicio) esperando a que llegara la siguiente ola y me impulsara un poco más, cosa también complicada porque tenía que cuidar de no mover la cadena, de estirar la parte que no había puesto y acomodarla en el nuevo cacho de arrecife, de no aplastar los corales vivos y sobre todo cuidarme de que no me aventara contra un erizo ¡¡¡¡porque habia millones !!!!, literalmente moría de pánico pero como dicen "al mal paso darle prisa", mis compñeros también se tardaron como yo pero ellos fué mas rápido porque era el transecto.

Una vez terminado y tomada la medida había que regresar por el mismo camino y recoger la cadena y desatorarla uff maldita cadaena que se atoraba. Para enfatizar el nivel de complicación de este arrecife, para hacer un transecto normalmente tardamos 15 minutos, bueno entre entrar, hacer la cadena y el transecto y salir tardamos 50 minutotes! estuvo BIEEEEN cansado pero la verdad nos sentíamos muy contentos de haberlo logrado. Para el cuarto arrecife también estuvo complicado por la distancia a la superficie pero más que nada por la corriente, nos tardamos menos pero TREMENDO SUSTO porue estuve horas (si si, exagero, probablemente 10 minutos) a mis compañeros y por mas qu volteaba a la playa, al arrecife, al mar, a todos lados no los veía. Pero bueno afortunadamente no se los había tragado el mar ni ninguna historia que pude imaginarme en ese momento, simplemente nos había sacado el mar por lados diferentes y a ellos les había costado más nadar de salida.






Regresamos a hechar el clásico sandwich pa comer y partimos hacia la quinta estación. Fuimos a Bahía Príncipe y todo se veía muy tranquilo, lleno de turistas, unas boyas, cosa linda. Nos dijo Rod que era el peor de todos pero ps pensamos "¿porque? si el arrecife se ve bien cerca!" pues ingenuos nosotros que intentamos llegar a el; a pesar de ser de los más cercanos que habíamos hecho (si no es que el más) la corriente estaba fuertisísima, peor de verdad mal plan. Rod tras harto esfuerzo logró llegar y apenas podía permanecer agarrado de un coral con harta fuerza; el macho llegó y casi luego luego se regresó, y la chiva y yo nadábamos con todo nuestro esfuerzo pero con toda esa fuerza sólo conseguíamos permanecer en el mismo lugar; dejábamos de patalearle duro y la corriente nos llevaba, no no FATALISIMO. Decidimos abortar misión y si de por si ya íbamos dos que tres cansados terminamos ya exhaustos.

Una cosa hermosísima que me pasó mientras discutía con la corriente fué que había abajo de mi ¡una morena bebé ! era la cosa más tierna y hermosa del mundo, de verdad!. Era café con manchas blancas y me veía como analizándome no no awwwww una cosita en verdad excesivamente tierna.

Salimos, regresamos al CEA (Centro Ecológico Akumal) lavamos nuestra camioneta, nos dimos un deliciosísimo baño y cenamos.
Algo que nos dio hartísimo gusto fue que Rod nos dijo que después de haber hecho los arrecifes de ese día (refiriéndose a los de Media Luna, es decir, los de la poca distancia a superficie) ya cualquier trabajo que nos pusieran (obviamente hablando de temas relacionados, no de dentista ni mecánica) se nos haría super papa. Ojalá ! porque la verdad es que estuvo cansadísimo, complicadísimimo, tediosísimo, pero es muy satisfactorio cuando lo terminas, volteas y dices: "¡Wow!,lo logramos".

Hoy amaneció con mucho viento por lo que fue nuestro día libre; al fin tuve tiempo para escribir y sobre todo para descansar.

A pesar de la chinga loca y el cansancio brutal con el que amanecí, me fascina estar aprendiendo, me fascina estar buceando, me fascina que cada vez somos más familia los 4, me fascina conocer nuevos lugares, nueva gente y me fascina lo que el mar me muestra. Estoy contentísima por mi satisfacción con lo que hago, espero las cosas sigan tan bien.






Ya para cerrar el viaje nos fuimos a bucear sin cadena, sin transecto, sin apuntar. Sólo a grabar en el caso de Rodrigo, y en el nuestro a ver. Uff ! Bajamos 100 pies ! Lo que nunca había bajado; fue IN-CRE-I-BLE; había como varios dedos de arrecife o mmm varios parches por decirlo de alguna manera y en ellos: WoW! ¿Que no vi? (bueno, exagero, yo se)

Lo primero que atrapó mi mirada fueron unas esponjas. La primera era como un gran tazón, una gran vasija con un pequeño hoyo como boca, adentro era hueco: IMPRESIONANTE!. La seguna esponja era más pequeña pero mucho más chingona: brillaba morado neon fluorescente, de verdad, literal, como en avatar. No podía creer ver algo así natural ante mis ojos.

Seguí nadando y no podía creer loque veía. ¡Al fin el coral que tanto esperaba! Una gomita !!! Woooow nade para alcanzar a Rodrigo pero en eso mi opción fue gritar para llamar su atención (ya que el traía la cámara de video); venía hacia nosotros una mantaraya águila suuuuuper grande, ¡parecía que volaba! Fue nadando de lo mas calmo frente a nosotros, dio vuelta hacia nuestra derecha, se presumió a sí misma más tiempo y luego se fue. Ufff hermosisísimo.

Seguimos observando a nuestro al rededor y luego Rodrigo fue quien me llamó a mí y me pidió que fuera. Me señaló algo y yo veía un coral con detenimiento tratando de descubrir qué tenía que verle a aquel coral. Me zapeó y me volvió a señalar, super hábilmente no me dí cuenta que junto a mí había un mismísmo y controversial Pez León (aquel que se la vive en las primeras planas debido a su terrible invasión al atlántico); lo que tiene de terrible lo tiene de hermoso. Ma! Que criatura tan bella y elegante con sus espinas largas de las que se desprenden unas como telas cual gimnasta artística. Sus grandes ojos y su suave piel cafe manchada de blanco de verdad que pese a mi ignorancia inicial relucían porque se movían conforme al agua. Bellísima criatura, bellísima. A pesar de haber sido dos inmersiones largas de 100 y 80 pies cada una me duró el tanque ahora sí que hasta la última bocanada de aire; fue simplemente una maravillosa despedida del Caribe.

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